Tensión, estrés y ansiedad se han convertido en palabras que usamos -y sentimos- todos los días. Es por eso que encontrar herramientas que fomenten nuestro bienestar, como los cuencos tibetanos, se tiene que convertir en nuestra prioridad para encontrar un balance entre nuestro cuerpo, mente y espíritu.
Los cuencos tibetanos, también conocidos como cantores tibetanos, son literalmente eso: recipientes hondos (bowls) creados con diferentes metales que, al contacto, emiten sonidos y vibraciones, las cuales ayudan a las personas a meditar, relajarse y sentirse mejor.
Son una herramienta esencial del yoga del sonido, una tradición milenaria que busca reproducir resonancias que mejoran el estado físico y anímico del cuerpo. Ya que, como en el feng shui, para esta doctrina el universo está hecho de energía que vibra en positivo y negativo. Los seres humanos somos capaces de transformar esa fuerza para nuestro beneficio.
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Este instrumento está conformado por siete metales diferentes como hierro, cobre, plata y plomo, entre otros. Cada uno se relaciona con un planeta y a una intención distinta. Para activarlos es necesario frotarlos, así comenzarán a emitir sonidos y a transmitir sus vibraciones.
Se piensa que los cuencos emiten el sonido del vacío del universo expresándose en libertad. Los monjes budistas los han utilizado desde el 500 antes de la era conocida. Sin embargo, se cree que este recurso es una herencia de tribus anteriores a la llegada del budismo.

¿Cómo se usan los cuencos tibetanos?
A su uso terapéutico también se le conoce como terapia vibracional. Funciona como una especie de masaje que le damos a nuestro cuerpo a través del sentido del oído.
Hay diferentes formas de aplicar esta terapia. Una de ellas es meditar con ayuda de un guía, quien toca el cuenco para invitar a la persona que medita a escucharlo con calma y concentración.
También pueden incluirse en diferentes meditaciones o en esos espacios que se dedican a la relajación y a darse un respiro. Otro uso que se les da es para armonizar ceremonias especiales como puyas (fiestas budistas) o meditaciones grupales.
Si quieres incorporar los cuencos tibetanos a tu vida, utilízalos antes de meditar o al momento de hacer ejercicios de respiración. No solo te sentirás más relajada, también disfrutarás de la belleza del sonido que emiten.
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No olvides seguir los siguientes pasos para aprovechar al máximo el poder de los cuencos tibetanos:
- Coloca el cuenco sobre la palma de tu mano izquierda.
- Garantiza que el cuenco esté limpio para que nada intervenga con su melodía.
- Tócalo de forma uniforme con la baqueta, ya sea siguiendo su circunferencia o dando golpes suaves.
- Utilízalos en un ambiente tranquilo y en una posición cómoda.
¿Realmente funcionan y ayudan a sanar?
En un estudio realizado por la Universidad de California, en el que se analizaron a 62 mujeres de 50 años, se observó que la exposición a los sonidos de los cuencos tibetanos ayudaron a las participantes a disminuir la tensión, el enojo, el cansancio y los estados de ánimo depresivos.
Resultados de dicha investigación, que se encuentran publicados en la página de internet de la Biblioteca de la Universidad Nacional de Medicina de Estados Unidos, muestran que las integrantes experimentaron una sensación de bienestar espiritual. Concluyendo que la meditación con cuencos cantores podría ser una tecnología económica para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.
Como mencionamos al inicio de este artículo, lo importante es descubrir herramientas y técnicas que nos ayuden a encontrar el balance en nuestras vidas y a disfrutar al máximo. Los cuencos tibetanos, respaldados por su uso ancestral en el budismo y por diversos estudios científicos, son una vía más a explorar para hacer de este viaje uno más melodioso.
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